En este mes no podemos olvidarnos del valor de la solidaridad y la ayuda a los necesitados. Un ejemplo claro de solidaridad y generosidad lo encontramos en la conducta del profeta Muhammad (p.b.) que solía ser generoso durante todo el año, pero lo era aún más en el mes de ramadán. De eta manera, se consigue aliviar las penurias de los más necesitados y que todos las familias dispongan de lo necesario para que sus necesidades alimentarias queden cubiertas.
En este mes son innumerables las acciones que se proponen para acumular buenas acciones y su recompensa, no en vano Al-lah multiplica el valor de las buenas obras durante el mes de ramadán de 70 hasta 700 veces e incluso más. Una de las prácticas recomendadas en este mes es la de facilitar alimentos a los ayunantes para la ruptura del ayuno (Iftar). En ese sentido, Zaid ibn Jalid Al Yuhani, que Al-lah Esté complacido con él, relató que el Profeta Muhammad (s.a.w.s.) dijo: “Quien da de desayunar a un ayunante recibirá su misma recompensa, sin que ésta se le disminuya de la suya (la del ayunante)”. Recopilado por At-Tirmidhi.
En este mes, se puede ver como proliferan numerosas iniciativas en las que se organizan mesas de iftar comunitarias en las que son invitadas cientos de personas.
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